La fobia social es el segundo trastorno de ansiedad más frecuente en la población, después de la agorafobia-pánico. Se trata de un miedo intenso a ser juzgado o rechazado por los demás, especialmente por quienes no conoces. La fobia social puede causar angustia extrema, pánico paralizante, sufrimiento y mucho estrés cada vez que la persona se expone a situaciones sociales.
¿Qué es la fobia social?
La fobia social, también conocida como trastorno de ansiedad social, es un miedo intenso a ser juzgado o valorado negativamente por los demás. Es un miedo a ser el centro de atención, o un miedo a ser duramente criticado por los demás. La fobia social es un miedo extremo a las situaciones e interacciones sociales, así como a las actividades que implican hablar en público, como asistir a fiestas o hablar en grupo. También puede incluir un miedo extremo a las conversaciones telefónicas o a hablar delante de otras personas.
Síntomas de la fobia social
Las personas que padecen fobia social pueden experimentar síntomas físicos como temblores, rubor, sudoración, palpitaciones y malestar estomacal. También pueden sentirse avergonzadas, apenadas y cohibidas. Generalmente evitan las situaciones sociales, se sienten muy ansiosos en estas situaciones e intentan marcharse lo antes posible.
Cómo superar la fobia social
El primer paso para superar la fobia social es reconocer que es un problema y buscar ayuda. Hablar con un profesional médico o un orientador puede ser beneficioso para comprender las causas y los posibles tratamientos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es uno de los tratamientos más eficaces para la fobia social. La TCC ayuda al paciente a identificar los pensamientos y comportamientos negativos y a responder a ellos de forma diferente.
Otros tratamientos incluyen técnicas de relajación como la respiración profunda, la atención plena y la meditación, así como la terapia de exposición, o exponer gradualmente al paciente a situaciones que le provocan ansiedad. También es importante desarrollar habilidades sociales y fomentar la confianza en uno mismo y la autoestima. También pueden recetarse algunos fármacos para ayudar a reducir la ansiedad de quienes padecen fobia social.
Los grupos de apoyo también pueden ser útiles para quienes padecen fobia social, ya que pueden dar a la persona la oportunidad de hablar con otras que se encuentran en situaciones similares y recibir un refuerzo positivo. Aprender a establecer objetivos y expectativas realistas también es muy importante para superar la fobia social.
Conclusión
La fobia social es un trastorno frecuente pero tratable. Con la combinación adecuada de tratamiento y apoyo, quienes padecen fobia social pueden aprender a gestionar y afrontar sus miedos y ansiedades, y llevar una vida sana y satisfactoria.